
Como bien es sabida ya la vieja tradición, la primera visita de los presidentes eslovacos es a Praga, así como la de los checos es a Bratislava. Por supuesto, el flamante presidente de Eslovaquia, Andrej Kiska, no quiere cortar con esta costumbre, y es por eso que el miércoles ha realizado su primera visita de Estado. Según pudo saberse por los máximos referentes políticos de ambos países, las relaciones bilaterales de República Checa con Eslovaquia atraviesan quizás el mejor momento de su historia.
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